Tomamos dos palabras al azar, las unimos mediante una preposición e inventamos el cuento.
EL CUENTO DE MARÍA CANO
Hola, soy
Chocolate, ¿que tal estás, Biblioteca? Yo, bien. Te voy a contar lo que me pasó,
compañera de policía. Yo estaba tan tranquilo vigilando y pasó un ladrón. Te
empecé a llamar.
-¡Chocolate a Biblioteca, Chocolate
a Biblioteca…!
Se me olvidó que estabas de
vacaciones. ¡Qué gracioso!
Un abrazo, biblioteca.
EL CUENTO DE IAN
Era un Tendesilla que había bajado a una biblioteca
para ver si encontraba comida. Buscó, primero y discretamente, en la sala
infantil.No encontró comida. Fue a la sala de Carlos y encontró comida. Se
estaba comiendo un chocolate. Entonces, el Tendesilla fue a por el chocolate de
Carlos, se lanzó a por el chocolate. Al final, Carlos llevó al Tendesilla a una
tienda de chocolates.
EL CUENTO DE MADELEINE
En la biblioteca la gente comía chocolate.
La jefa prohibió comer chocolate.
La gente no hacía caso.
La jefa se enfadó y puso una ley que decía: “el que
entre con chocolate nunca volverá a ver la biblioteca”.
La gente se asustó, pero las perdonas llevaban
chocolate a escondidas.
Una persona pensó: “¿por qué no ponemos chocolate en
los libros?
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