Chocolate a Biblioteca (2)

Tomamos dos palabras al azar, las unimos mediante una preposición e inventamos el cuento.

Ilustración de Quentin Blake


EL CUENTO DE MARÍA CANO
 
Hola, soy Chocolate, ¿que tal estás, Biblioteca? Yo, bien. Te voy a contar lo que me pasó, compañera de policía. Yo estaba tan tranquilo vigilando y pasó un ladrón. Te empecé a llamar.
-¡Chocolate a Biblioteca, Chocolate a Biblioteca…!
Se me olvidó que estabas de vacaciones. ¡Qué gracioso!
 
Un abrazo, biblioteca.


EL CUENTO DE IAN

Era un Tendesilla que había bajado a una biblioteca para ver si encontraba comida. Buscó, primero y discretamente, en la sala infantil.No encontró comida. Fue a la sala de Carlos y encontró comida. Se estaba comiendo un chocolate. Entonces, el Tendesilla fue a por el chocolate de Carlos, se lanzó a por el chocolate. Al final, Carlos llevó al Tendesilla a una tienda de chocolates.


EL CUENTO DE MADELEINE

En la biblioteca la gente comía chocolate.
La jefa prohibió comer chocolate.
La gente no hacía caso.
La jefa se enfadó y puso una ley que decía: “el que entre con chocolate nunca volverá a ver la biblioteca”.
La gente se asustó, pero las perdonas llevaban chocolate a escondidas.
Una persona pensó: “¿por qué no ponemos chocolate en los libros?


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