Día de las Bibliotecas 2022



El Club De Gloria celebra este día con la publicación de algunos cuentos escritos por los autores del Club. Aquí van dos ejemplos.


RATÓN DE BIBLIOTECA

(Javier)

Érase una vez una biblioteca, en una comunidad muy especial. Esa comunidad era de ratones. 

Había un ratón llamado Charlie. Charlie era un ratón al que le gustaba mucho ir a la biblioteca. Se leía libros tan rápido como un ratón royendo queso. Sus amigos le decían que no fuera a la biblioteca porque había humanos. A Charlie no le importaban los humanos, excepto los escritores, que siempre está bien conocerlos. 

Aquella tarde, estaba leyendo un libro sobre gente que consiguió mucho éxito cuando pasó la bibliotecaria. Se asustó y salió corriendo, aparte de que la bibliotecaria le echó. Charlie no podía creérselo. Abatido, se fue al bosque, donde estaba la colonia. Caminó y, de pronto, encontró un libro, pero un libro muy especial: era el libro de cómo se construyó la primera biblioteca. En ese momento, lo tuvo claro: fundaría su propia biblioteca. Así lo hizo. 

Empezó por los planos, que dibujó en una hoja con un bolígrafo perdido. Luego, construyó un banco de corteza para construirla con más corteza caída. Así fue, en una semana terminó la biblioteca a la que llamó “CHARLIE RATÓN DE BIBLIOTECA”. Los libros eran hojas silvestres con escritura manual. No había muchos autores. Sólo de él y de unos ratones a los que les gustó la idea. 

Había bibliotecarios ratones que trabajaban en mesas de corteza. 

Por fin lo había conseguido, tenía su propia biblioteca, de donde no le podían echar y donde también podían disfrutar otros ratones de la lectura.


LA BRUJA ZOE

 (Nicolás)

Un día, la bruja Zoe, que vivía en Hawai, quería casarse con el bombero Amelio, pero él no quería, así que fue a Parla, donde decían que había una biblioteca con libros de magia.

Buscó y rebuscó hasta que encontró lo que quería, y dijo: "¡lo encontré!". En la página 1763 encontró un hechizo de enamoramiento. Cogió el libro, se puso la capa, el sombrero y se fue a Hawai.

Leyó y ponía: "un rabo de gato, una baya de corazón, una pluma de cisne y un pelo del enamorado". Terminó de leer y al final exclamó: "¡a la casa del señor García!"

Sin que se diese cuenta, mientras el gato dormía, le arrancó el rabo y puso un espárrago. Le faltaba la baya, la pluma y el pelo. 

Fue a la biblioteca y cogió un libro de bayas: La baya de corazón en Guatemala. Y se fue.

Ahí no estaban acostumbrados a ver brujas, así que se metió en la casa más cercana y se disfrazó. Fue al sembrado del vampiro Camino y cogió una baya. Después volvió a Parla, porque decían que había un cisne, y fingiendo que era un acróbata, se acercó al cisne y le robó la pluma.

Cogió y se fue a Bilbao, que es donde estaba Amelio. Cuando estaba de espaldas, le arrancó un pelo y lo metió rápidamente en el frasco, y cuando se fue a dar la vuelta y la bruja se metió el líquido por la boca, al besarse, Amelio se traga el líquido y los dos viven felices para siempre.



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