El Club de la Entrevista (10)

El 1 de diciembre, Israel Hergón visitó la Biblioteca Gloria Fuertes para contarnos cuentos, cuentos de gatos. Alba estuvo allí y le hizo la siguiente entrevista.

 


¿Qué clase de cuentos te gustan?

Los cuentos que me inviten mucho a jugar. Los ritmos, los gestos, las voces, los sustos, el público…

¿Por qué decidiste ser cuentista?

Llegó de rebote. Trabajaba de monitor de tiempo libre. Decidí formarme para poder utilizarlos en mi trabajo. Fui contando en un sitio y en otro, empezó a gustarme, hasta que dije, ¿por qué no?

¿Qué dificultades hay en contar cuentos para niños y niñas?

La dificultad radica en una cosa: si no les gusta lo notas. Los mayores saben disimular, pero los peques no. Son más inquietos. Ese descaro que tiene el público infantil es la dificultad y con la que intento también jugar y meterlo dentro.

¿Qué te ha parecido la sesión de hoy?

Yo la he disfrutado. A veces a los mayores les cuesta más disfrutarlo, pero ven disfrutar a sus hijos y ellos también disfrutan. Y ha habido momentos en que se los ha visto reír… Mucha gente se cree que solo tienen que disfrutar los peques y, en cambio, los mayores también, porque es una sesión no solo infantil, sino familiar.

¿Qué destacarías de las bibliotecas?

Son un espacio cultural, más allá de, digamos, un baúl de libros. Se genera cultura gracias a los libros que tienen, pero también a las actividades que desarrollan, al espacio que generan… Porque a mí me gusta mucho fijarme en las bibliotecas, que se personalizan, se decoran de forma especial. Cada biblioteca tiene una decoración según su personal bibliotecario. Y no hay dos bibliotecas iguales.

¿Qué olor serías?

El olor de caca de vaca me genera muchos recuerdos. Llegar al pueblo y oler ese olor es… “estoy en el pueblo”. Esa cosa tan particular que la gente sabe quién eres.

¿Un animal?

Me gusta penar que soy un poco tigre, lobo… Soy un animal que parece solitario pero que luego vive en manada, que parece feroz, pero que no lo es, porque le gusta cuidar a la manada, a su gente.

¿Qué personaje de cuento no serías?

Intentaría no ser nunca el hermano mayor de los cuentos. En los cuentos populares el hermano mayor suele ser el más tonto, el más repelente, el que cree que lo sabe todo y nunca acierta.

¿En qué objeto te convertirías?

No diría en un libro, como tal, sino en un juguete que te invite a múltiples posibilidades; como un libro te invita a caminar la historia y a hacer tu propia historia, pues un juguete que te permita crear tu historia, tu juego, que haya diferentes tipos de juegos y se pueda jugar de diferentes maneras con él.


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