El club de la entrevista

El jueves 25 de enero, estuvo en la Biblioteca Gloria Fuertes Ana Titiricuento. Nos hizo pasar un rato extraordinario con sus historias, contadas y cantadas, y, al finalizar la sesión, nuestra compañera Alba le hizo la siguiente entrevista.


¿Qué clase de cuentos te gustan?

Me gustan mucho los cuentos que sean gamberros. No me gustan los cuentos ñoños. Me gustan los cuentos con malos, malos, señoras malas... Me gusta mucho Roald Dahl, ese tipo de gamberro que ha sido heredado por muchos escritores.
Y los de risa, me gusta mucho el humor.
 
¿Por qué decidiste ser cuentista?
Yo estudié periodismo, porque tenía muchas ganas de contar cosas. Pero me di cuenta de que me gustaban los niños y todo lo que rodea el mundo de los niños y, en verano, en lugar de hacer prácticas en periódicos, me hice monitora de tiempo libre. De ahí, empecé a contar cuentos en la radio y hasta hoy.
Creo que es una necesidad de contar cosas.
 
¿Qué dificultades hay en contar cuentos para niños y niñas?
Pues no sabría decirte... A veces es más todo lo que rodea a la sesión, que el espacio no sea el adecuado, que haya mucho ruido... Siempre hay que estar pendiente de esas cosas. Pero contar a los niños y a las niñas… Me fascina, no encuentro nada que diga “qué difícil”. Lo disfruto muchísimo.
 
¿Qué te ha parecido la sesión de hoy?
Maravillosa, de verdad. Sé que queda un poco así, pero es que el público de Parla está muy acostumbrado a escuchar y eso se nota. Es muy cómplice con el narrador.
 
¿Qué destacarías de las bibliotecas?
Que son unos lugares que hay que defender siempre. Todos los pueblos del mundo deberían tener una biblioteca. Son un lugar de encuentro, donde habitan los libros y nuestro pasado, con nuestro presente y nuestro futuro. Son oasis.
 
¿Qué olor serías?
Me gusta mucho el olor a jazmín. Me recuerda a mi infancia.
 
¿Un animal?
Es muy típico, pero me gustan mucho los gatos. Además, los gatos han protagonizado muchos cuentos.
 
¿Qué personaje de cuento no serías?
No sería una princesa de toda la vida, pero sí sería una princesa de ahora, porque creo que el personaje de la princesa es necesario y tiene que existir, pero una princesa fuerte, luchadora, aventurera… que luche por lo que es justo y no espere ser rescatada por nadie.
 
¿En qué objeto te convertirías?
En un libro. En libro en blanco, para que me escribieran. Que me dejaran en una biblioteca y dijeran: “este libro era antes Ana Titiricuento, podéis escribir su destino”.



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