Animales fantásticos: Aibro

Paula

EL ANIMAL: AIBRO

Se llama AIBRO. Es muy pequeño, como un estuche, y se parece a un erizo. Se alimenta de letras y se ducha con ráfagas de aire. Cuando vas a la biblioteca él utiliza uno de sus poderes: hacerse transparente. Otro poder que tiene es el de convertirse en un cartel de “silencio”. Además, tiene cinco patas. Dos arriba, una en medio y otras dos abajo. Su cuerpo tiene líneas, como si fueran párrafos de los libros. Es de color marrón café y blanco. Puede vivir entre 35 y 45 años. Revive de su propio cuerpo.
Habla el idioma de los gatos y los pájaros. Es de sangre caliente, pero cuando se ducha utiliza aire frío, porque le hace sentirse bien.
Enferma solo si los niños y niñas no van las bibliotecas. Y su vacuna son los cuentacuentos.
No se puede estar quieto, pero si le das unas buenas letras, con un buen título, se queda supertranquilo.
Con lo que más le gusta jugar es con las hojas.

LA AVENTURA: LA HISTORIA DEL AIBRO LUCAS

Había una vez un aibro que se llamaba Lucas y vivía y hasta trabajaba en una biblioteca que se llamaba Gloria Fuertes. Resultaba que los aibros trabajaban en las bibliotecas y les gustaba, pero ese no era el caso de Lucas. Lucas quería trabajar en la sección de niños, entonces, una noche, salió de la estantería en la que vivía con su familia. Lucas de un salto salió y cayó en el suelo. Utilizó su superpoder para camuflarse y se fue. Lo malo que le pasó a Lucas fue que no llevaba provisiones. Pasó toda la noche andando y andando sin saber dónde se dirigía. Por la mañana estaba tan cansado que se durmió. Una bibliotecaria se lo encontró en las escaleras y se lo llevó a la zona infantil pensando que era un juguetito. Allí encontró (esa misma mañana) muchos aibros que lo cuidaron y alimentaron hasta que se encontró bien.
 
 

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