Jugando con nuestras voces, leemos un poema de María Elena Walsh, La vaca estudiosa. No somos borricos, sino algo gansos, la verdad.
Escucha nuestra lectura pinchando sobre la ilustración.
(María Elena Walsh)
Había una vez una vaca
en la quebrada de Humahuaca.
Como era muy vieja, muy vieja
Estaba sorda de una oreja.
Y a pesar de que ya era abuela
un día quiso ir a la escuela.
Se puso unos zapatos rojos,
guantes de tul y un par de anteojos.
un día quiso ir a la escuela.
Se puso unos zapatos rojos,
guantes de tul y un par de anteojos.
La vio la maestra asustada
y dijo: "estás equivocada".
Y la vaca le respondió:
y dijo: "estás equivocada".
Y la vaca le respondió:
"¿por qué no puedo estudiar yo?".
La vaca vestida de blanco
se acomodó en el primer banco.
Los chicos tirábamos tiza
y nos moríamos de risa.
se acomodó en el primer banco.
Los chicos tirábamos tiza
y nos moríamos de risa.
La gente se fue muy curiosa
a ver a la vaca estudiosa.
La gente llegaba en camiones
en bicicletas y en aviones.
Y como el bochinche aumentaba
en la escuela, nadie estudiaba.
La vaca de pie en un rincón
rumiaba sola la lección.
Un día toditos los chicos
nos convertimos en borricos.
Y en ese lugar de Humahuaca
la única sabia fue la vaca.
nos convertimos en borricos.
Y en ese lugar de Humahuaca
la única sabia fue la vaca.
Comentarios
Publicar un comentario