El club de la entrevista (11)

CON ELIA TRALARÁ

Por Alba, Martina y Sara

 

Elia monta una mesa con un mantel negro, libros, un botijo y dos cucharas.

Espera pacientemente a que se callen los niños. Da instrucciones para el buen funcionamiento de la sesión.

Durante la sesión hace que el público participe, haciendo preguntas y aceptando sugerencias.

Hace sonidos con la boca, pone voces, hace gestos, gasta bromas… Canta canciones, utiliza su cuerpo, da sustos… El público se ríe.

Cuenta dos cuentos: Cocorico, de Marisa Núñez, y Cómetelo todo, de Mar Benegas. Y canta otro, acompañada con las cucharas que golpea contra sus manos y su pierna.

Nos pareció una sesión divertida.


ENTREVISTA

¿Qué cuentos te gustan?

Me gusta todo tipo de cuentos, me gustan mucho los que tienen humor y mucha emoción, mucha intriga, como los que he contado hoy, pero también me gustan los cuentos tradicionales, como los que contaban los abuelos y las abuelas, y también los que hay en los libros.

¿Por qué decidiste ser cuentista?

Creo que porque de pequeña me gustaba mucho leer, me gustaban mucho las historias, y también hice teatro… Un día descubrí que se podía contar cuentos, incluso hacer de eso tu profesión… Y ahí es cuando decidí dedicarme a contar cuentos a niños y a mayores.

¿Qué dificultades hay en contar cuentos a niños y niñas?

La dificultad es contar delante de muchos niños y niñas, de muchos papás, porque cuando se hace en un escenario es muy distinto a cuando te lo cuento a ti personalmente. Hay que tener en cuenta otras cosas, para que la gente esté atenta y callada… Pero, por lo demás, no es complicado.

¿Qué te ha parecido la sesión de hoy?

Muy bien. Había niños un poco pequeños, pero porque venían acompañando a sus hermanos más mayores, y les cuesta más mantener la atención. En general el público se ha portado muy bien, ha sido muy participativo y yo creo que nos lo hemos pasado bien todos, ¿no?

¿Qué destacarías de las bibliotecas?

Todo. Son unos espacios muy necesarios en todas las ciudades y todos los pueblos, porque es donde puedes acceder a libros que no puedes comprar o no puedes encontrar en otro sitio, leer todo tipo de cosas. Y además, las bibliotecas hacen un montón de actividades, son gratuitas… y los bibliotecarios suelen ser gente muy dispuesta.

¿Qué olor serías?

Olor a leña, a pueblo. Soy muy de pueblo, me identifico.

¿Qué animal serías?

Me gustan los perros que son cariñosos y amigables. O la cigüeña, también podría ser.

¿Qué personaje de cuento no serías?

Ahora no se me ocurre ninguno, porque los malos de los cuentos me encantan. Me gustan todos. Los malos hacen que los buenos sean más buenos.

¿En qué objeto te convertirías?

Me estáis haciendo pensar mucho (risas). Me convertiría en… un botijo. Es fresco, útil, de pueblo, original, porque los niños no lo conocen hoy en día… Sí definitivamente, un botijo, rechoncho.

¿Qué sientes al leer un cuento?

Normalmente, si me gusta siento emoción o me engancha y se me olvida todo lo demás, o risa si es de risa, o miedo… Lo bueno de los cuentos es que te hacen sentir muchas cosas, y si son contados, también.



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