7 CUENTOS DE TERROR
Un príncipe muy egoísta envidiaba al rey, así que un día que el rey estaba maquillándose fue a matarlo. Resbaló y se le cayó el cuchillo en la cabeza.
El príncipe murió y ahora está condenado a vagar por el castillo y a cualquier persona que pasa… la mata.
(Víctor)
2
Era el 13 de diciembre de 1989 cuando vagaba por los oscuros y solitarios pasillos del hospital abandonado West Reading. Los pasillos eran largos, con múltiples puertas que se iluminaban con una luz tenue que parpadeaba y dejaba entrever numeros de tres cifras, los cuales comenzaban con el 5.
De fondo se escuchaba una voz apagada, aguda y con una mezcla de tonos de terror, angustia y confianza, como si fuese una amiga reclamando mi ayuda en una situación peligrosa.
Cuanto más avanzaba, la voz se volvía más fuerte. Se comenzaba a escuchar un pitido, cada vez más fuerte, al igual que un sollozo en la voz de la niña, lo que le quitaba hasta el último gramo de confianza.
Me comencé a marear y el pitido se oía cada vez más fuerte.
Lo último que recuerdo es una fría mano que parecía inmaterial, acariciándome la cara y mi cuerpo yacente en el suelo.
(Nicolás)
3
El otro día me estaba viendo en el espejo y vi una sombra por detrás. No le di importancia y me fui a dormir. En el sueño vi un monstruo con garras y dientes afilados, amarillentos, con lo cual tenía pinta de oler mal, su aliento. Me mareé, pero no fue así: me caí de la cama. Me dirigí al baño. Estaba el monstruo. Esta vez no era una alucinación. Se acercó a mí con cara de poco amigos y me mató.
(Lola)
4
La noche del 31 de octubre mi novio me había invitado a su casa. Nunca había ido allí, así que este año decidí ir.
La casa era muy antigua y cada vez que subía los peldaños de la escalera, esta crujía.
Mi novio me llevó a su cuarto. Me extrañó que tuviera un ataúd como cama. De repente, me besó en los labios, se apartó, se convirtió en murciélago y salió por la ventana.
Nunca más lo volví a ver.
(Neus)
5
LA MOCHE ES DE MIEDO
La luna estaba fuera, pero sus demonios, dentro de ella. Se rumoreaba que una noche irían a por él y, entonces, todo acabaría: no más días, no más noches; no más sueños.
Solo su oscuridad llena de sangre de las antiguas víctimas.
(Alba)
6
A las 12 en punto salí de la tumba. Hoy no hacía falta esconderme.
Me fui a pedir chuches, pero cuando me di cuenta había descuartizado a una persona inocente. Luego pensé que no era mi culpa. No me quería dar chuches. Pero ahora lo veré en otro sitio, je, je, je…
(Mara)
7
—¡Mamá, mamá! ¿Podemos ir al teatro? —preguntó el niño.
—Vale —dijo la madre.
Así que fueron al teatro. En el teatro había una marioneta que dijo:
—TE VOY A MATAR…
El niño, aterrorizado, le pidió a sus madre irse. Se fueron.
Por la noche, el niño oía constantemente:
—TE VOY A MATAR…
Llamó a sus padres, pero no le hicieron caso. Volvió a oírlo, pero no había nadie.
Al cabo de un rato los padres oyeron un grito. Corrieron al cuarto del niño y lo vieron muerto en el suelo con el títere encima.
¡Y tenía el corazón del niño en la mano!
(Daniela)
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