Tenemos una oreja verde

Empezamos el curso con una declaración de intenciones.














UN SEÑOR MADURO CON UNA OREJA VERDE

Gianni Rodari

Un día, en el Expreso de Parla a Villaverde,
vi que subía un hombre con una oreja verde.

No era ya un hombre joven sino más bien maduro,
todo menos su oreja, que era de un verde puro.

Cambié pronto de asiento y me puse a su lado
para estudiar el caso de cerca y con cuidado.

Le pregunté:–Esa oreja que tiene usted, señor,
¿mo es de color verde si ya es usted mayor?

Puede llamarme viejo me dijo con un guiño–,
esa oreja me queda de mis tiempos de niño.

Es una oreja joven que sabe interpretar
voces que los mayores no llegan a escuchar:

Oigo la voz del árbol, de la piedra en el suelo,
del arroyo, del pájaro, de la nube en el cielo.

Y comprendo a los niños cuando hablan de esas cosas
que en la oreja madura resultan misteriosas

Eso me contó el hombre con una oreja verde
un día, en el expreso de Parla a Villaverde.


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